«Ese monstruo jamás volvería a atraparme. Y si lo hacía, sería yo quien lo devorase a él»
Orígenes
(Alerta: Spoiler)
Málakor ha sido criado en Ledaria, donde tiene su sede el Gremio de Asesinos y Ladrones.
Su infancia estuvo marcada por las enseñanzas y los preceptos del maestro del gremio, Derian, y la crueldad que destila todo cuanto lo rodea. A pesar de ello, Málakor desarrolla un carácter propio, más bondadoso, influenciado en parte por Debra, su madre, una de las trabajadoras del burdel.
Debra fue llevada a Ledaria en contra de su voluntad, práctica habitual de los ledaritas. Aunque el deseo de dejar atrás la isla siempre estuvo presente, Debra siente que tiene el compromiso de cuidar de las muchachas más jóvenes que llegan a ella y no quiere marcharse. Málakor no la abandona.
Siendo un niño cumple funciones de mozo de los recados para unos y otros, y dada su excepcional habilidad para ocultarse y pasar desapercibido, algunos de los asesinos lo contratan como sus ojos y oídos cuando no están en la isla. Dispondrá de él a menudo la mano derecha de Derian, Roan, quien se dice es su padre.
A medida que crece y habiendo sido testigo de infinidad de cruentas historias, la idea de que no quiere ser un asesino se reafirma en él. No obstante, es consciente de que no puede marcharse. Siendo así, decide entrenarse para formar parte del ejército regular de la isla y aprende a usar la espada y el escudo. Sin embargo, a la edad de doce años, dado su físico excepcional y sus grandes habilidades, Derian pone sus ojos en él y lo obliga a convertirse en uno de sus asesinos usando como moneda de cambio la vida de Debra.
«Cuando Derian se fija en tus habilidades y te obliga a elegir entre unirte al gremio o ver la sangre de tu madre derramándose por su daga, creo que la respuesta se da por sentada».
A partir de entonces, Málakor será entrenado en el uso de las dagas. Se le enseña a robar, perfecciona sus técnicas de ocultación y también le muestran algunos métodos de tortura. No todos, puesto que Derian tiene bajo su mando una élite encargada de tal menester. Como es costumbre en Ledaria, se le inculca el conocimiento de venenos y es obligado a tomar mínimas dosis diarias de todos los venenos conocidos para desarrollar inmunidad a los mismos. A diferencia de muchos otros jóvenes, Málakor sobrevive.
«Ledaria es la letrina del mundo, y a ella va a parar todo lo que apesta».
Con trece años supera La Noche de Sangre, aunque termina con graves heridas de las que le costará meses recuperarse.
Su primera misión tiene lugar a los catorce años. A Málakor le encomiendan viajar a Brightestin para reunir información que pueda ser usada en un soborno. Habiéndola cumplido con éxito, el resto no tarda en llegar. Hasta los veintiún años todas serán similares a esta y nunca implicarán el asesinato directo. Málakor ha de cometer robos, formar parte de las redes de espionaje, llevar a cabo extorsiones y también secuestros. Cada día se repite a sí mismo que lo hace por la vida de su madre y que, algún día, encontrará la forma de salir de Ledaria con ella. Aunque forzado a llevar una vida en las sombras, evita la crueldad en sus actos. No se mancha las manos de sangre y no toma ventaja sobre sus víctimas. Algo que no pueden decir la mayoría de los integrantes del gremio.
Teniendo en cuenta la falta de crueldad en sus tácticas y el hecho de que nunca hayan sido censuradas por Derian, muchos en la isla lo tienen por uno de sus favoritos.
Sin embargo, llega el día en el que tiene que matar por primera vez. Derian lo llamará «su regalo de cumpleaños», pues la misión se le encomienda en el momento en el que alcanza los diecisiete años. La daga de Málakor encuentra por primera vez el cuello de un hombre. Se pasará más de una semana sin dormir y su muerte será un peso en la conciencia que no podrá quitarse.
Alterna desde entonces ambos tipos de misiones y aunque siempre intenta que se le confieran las de espionaje o robos, no puede evitar las otras. Es por esto que empieza a trazar planes para cumplirlas sin tener que llegar a mancharse las manos de sangre. Comienza a disfrazar de éxito las que se le encomiendan, usando la persuasión o negociando con las que iban a ser sus víctimas. La mayoría de estas tácticas le funcionan, aunque en más de una ocasión no le quedará más remedio que arrebatar una vida. Para convencerse de que está haciendo lo correcto, Málakor se dice a sí mismo que es una cuestión de supervivencia. Ver a su madre sana y viva siempre que regresa a Ledaria le da motivos para seguir a pesar del dolor que la situación le produce. Al igual que la primera vez, después de cada misión, las pesadillas lo mantienen despierto durante días.
Un día, a la edad de veintitrés años, Derian le ordena acabar con la vida de la princesa Élinor de Ardacia, el más próspero de todos los reinos de Luara. Málakor sabe que ese cometido no le va a ser tan fácil esquivarlo y, decidido a poner la vida de su madre por encima de la de la princesa, emprende su viaje a Ardacia dispuesto a cumplir con la misión.
«Tendría que matarla quisiera o no. Aunque eso provocara en mí toda clase de reparos, sabía que era mi vida o la de ella. O lo que era más, su vida o la de mi madre. Y en aquellos términos, sabía muy bien qué elegir».
Allí conoce un mundo completamente nuevo en el que podría olvidar una vida que odia y despedirse para siempre del gremio. Aunque, consciente de que su único lugar en el mundo es Ledaria, se dispone a matar a Élinor. Cuando llega a los aposentos de la princesa, descubre algo que no espera y la decisión que toma en ese momento cambiará su destino para siempre.
Personajes relacionados
Derian
Roan
Carena Dothir
Bred
Debra Piernas Largas
Élinor de Ardacia
Palas Tríanor de Ardacia
Neitin de Tradesios
Aparición por primera vez en la historia
Málakor Tomo I Capítulo 1: De la letrina del mundo.
Libros en los que aparece:
Málakor Tomo II (Próximamente)
Málakor Tomo III (Próximamente)
Málakor Tomo IV (Próximamente)
Málakor Tomo V (Próximamente)
La Vanguardia Esmeralda (Próximamente)
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